Letra A

¿Saben tus trabajadores cómo satisfacer a tus clientes?

¿Conocen tus empleados la historia y los valores de tu empresa? ¿Hay harmonía? ¿Hay buena comunicación? ¿Conoce cada uno su rol? Y tú, ¿sabes cómo complacerlos?
¿Saben tus trabajadores cómo satisfacer a tus clientes?

Ahora es cuando nosotros introducimos una segunda frase que debes recordar: si los clientes felices son tus mejores embajadores, tus empleados son tus mejores representantes, la cara de tu negocio. ¿Conocen tus empleados la historia y los valores de tu empresa? ¿Hay harmonía entre los miembros de cada equipo? ¿Hay buena comunicación? ¿Conoce cada uno su rol? ¿Se ayudan para crecer en la empresa?

Piensa que si una empresa cuenta con empleados felices y motivados, es obvio que esto se transmita en su forma de trabajar. Por tanto será más fácil que esta cultura de la empresa se transmita con facilidad y pueda conseguir que los clientes tengan el mismo positivismo.

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1. Crear un sistema de selección adecuado a tu empresa.

Para construir una confianza real con los clientes, primero es necesario que los propios empleados de la empresa confíen en ella, que se sientan identificados con sus valores y su filosofía. Ésta la única forma de conseguir deleitar realmente a los clientes.

La  metodología de una empresa para contratar a sus empleados es fundamental para alcanzar particularmente este objetivo. Los empleados no sólo tienen que tener habilidades para desarrollar su trabajo, sino que también tienen que poder adaptarse a la cultura de la empresa. Por esta razón hay que valorar cuáles son sus creencias e ideas, y no sólo la experiencia de la persona.

Así pues, para identificar si una persona sería un activo ideal en tu empresa, es conveniente crear un conjunto de preguntas específicas sobre la cultura del candidato que puedas utilizar durante las entrevistas de trabajo y así poder valorar si tus candidatos serían adecuados para el trabajo. ¿Sabes lo que realmente opinan de tu empresa, de tus productos y/o servicios? ¿Sabes cuáles son la razones o motivaciones de la persona para querer trabajar contigo?

Además, también sería una buena idea crear experiencias de inmersión cultural previas a la contratación. Es decir, como es importante conocer si los valores del empleado coinciden con la empresa, así como probar si puede integrase y armonizar con el equipo, sería ideal realizar pruebas previas a la contratación, como por ejemplo pequeñas tareas supervisadas.

En resumen es necesario construir un proceso de contratación que tenga no sólo en cuenta las habilidades de una persona, sino también su inteligencia emocional, porque al final, las nuevas metodologías y prácticas laborales las aprenderá en el desarrollo de su trabajo, pero la actitud y el carácter dice mucho más de una persona. 

2. Educar a tus trabajadores para conseguir objetivos comunes.

Independientemente del departamento en el que se encuentre el empleado, una de las mejores inversiones que puede hacer la empresa es la de educar a los miembros de su equipo. Hay que pensar que para seguir una misma metodología de trabajo en la que generar confianza sea la clave, todos deben interiorizarla y conocerla. Además, apoyar la educación de nuestros empleados para que crezcan también nos hace crecer a nosotros como empresa.

Tener trabajadores motivados no sólo con su trabajo, sino con todas las posibilidades que se ofrecen repercute también en su trato con tus clientes. Porque cualquier interacción con el cliente es fundamental, educar es imprescindible para la autonomía del propio empleado.

No debemos olvidar que, al mismo tiempo, confiar en los miembros de nuestro equipo es importante y educar en el conocimiento de la metodología de trabajo, la historia y valores de la empresa hace que todos los empleados puedan trabajar con una nueva perspectiva para conseguir los objetivos de la compañía.

3. Confiar y dar poder a los miembros de tu equipo.

La mejor formar de dar poder a los integrantes de tu empresa es definiendo los principios que les ayuden a trabajar de forma autónoma y a tomar decisiones que sean apropiadas. Es decir, estos principios deben ayudar a tus trabajadores a entender la dinámica de trabajo, a la vez que permitir una valoración sobre ellos durante el desarrollo de su actividades.

La clave para formular principios de éxito es la comunicación y el consenso de que trabajarán a diario para seguir estas guías. Debe haber un compromiso entre empresa y trabajador, ya que ambos tienen sus propias metas, además de objetivos comunes.

Debes pensar que tus empleados son la cara de tu negocio: cada uno tiene una habilidad, una personalidad. Si la contratación que se llevó a cabo fue la correcta, no debe de haber problema a la hora de confiar en que la persona sea capaz de asegurar la confianza de tus oportunidades de venta y de tus clientes.

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