Letra A

Contenido web. El poder del storytelling para destacar con tu historia.

¿Tienes problemas a la hora de enfocar tu contenido web, tus historias? ¿No llegas a tus potenciales clientes y no llamas la atención? Escribe para destacar.
Contenido web. El poder del storytelling para destacar con tu historia.

No estamos hablando de que inventes nada. Claro que no. Estamos hablando del poder del storytelling. Porque si ya tienes una web, el siguiente paso es tener un blog… Y el siguiente, escribir tus publicaciones. Que deben tener una estrategia detrás. ¡Por supuesto! Pero no debemos olvidar que escribimos para personas, para nuestros potenciales clientes. Y a ellos les da igual nuestra estrategia. 

¿Por qué te hace falta una historia?

No hace falta que seas un redactor experimentado para escribir una buena historia. No si tienes en cuenta algunas prácticas de las que hablaremos a continuación. Pero ten en cuenta que para destacar, para luchar por la atención de tus potenciales clientes, tienes que hacerte oír… bueno, leer.

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En este caso, la redacción de tus historias es lo que puede conseguir que tu lector se sienta atraído, se sienta identificado. Es decir, que puedas crear una conexión él. Una buena historia es la que te permite destacar y no pasar desapercibido. Esta historia es la que conecta con tu audiencia a nivel emocional y genera un engagement real con tu lector.

La parte emocional juega un papel fundamental a la hora de decidir qué tipo de producto o servicio ese potencial cliente quiere adquirir. Por esta razón, debemos centrarnos en POR QUÉ y CÓMO hacemos lo que hacemos, escribimos lo que escribimos.

¿Cuáles son las mejores prácticas?

Piensa que si en tu pyme andas escaso de recursos y debes ser tú quien tenga que escribir las publicaciones no pasa nada. Lo hacemos en todas las pymes. De hecho, no hay nadie mejor que tu quien conozca a tus potenciales clientes. Y eso es fundamental a la hora de escribir.

Porque el storytelling no tiene sentido sin conocer cuáles son las necesidades y deseos de nuestros potenciales contactos. No importan quien sea tu potencial cliente. A la hora de escribir tienes que poder enfatizar con él. Eso sí, debes basarte en buenas prácticas para llegar a ellos:

1. Saber quién es el protagonista de tu historia.

En cualquier buena historia hay un personaje. Y en el caso del contenido de tu historia, tu protagonista es tu lector, tu potencial cliente. Pon como ejemplo esta misma publicación, nuestro protagonista ahora eres tú, ¿no es cierto? Tu eres quien quiere escribir para tu audiencia, tu necesidad es conocer cómo debes hacerlo.

Si tus lectores no se ven a sí mismos en tu historia, es decir, no pueden identificarse con ella, muy difícilmente conseguirás ese engagement que necesitas. Entonces, teniendo en cuenta que escribes para tus lectores, y dependiendo de cuáles sean sus preferencias, necesitas determinar bajo qué punto de vista lo haces:

Primera persona: para generar autoridad, si el autor del contenido es relevante en el sector. Puede ayudarte a establecer una conexión con tu lector.

Segunda persona: en este caso el punto de vista es el de tu personaje. Ten en cuenta sus metas, sus dificultades y muestra empatía.

Tercera personas: que puedes reservar para los casos de estudio. Este punto de vista siempre va bien para ejemplificar de un modo educativo qué es lo que funciona para otras personas.

2. Entender bien cuál es el conflicto.

Por qué, ¿qué es realmente lo que hace que una pieza de contenido se recuerde? Su utilidad, ¿no? Tu historia va a ser útil siempre y cuando plantees un conflicto. Si pones como ejemplo este mismo artículo, el conflicto está en la dificultad de entender el proceso de redacción.

Cualquier historia debe verse desde un enfoque educativo. Tu historia tienen que poder identificar cuales son los conflictos de tus potenciales clientes. El conflicto es con lo que el lector se va a sentir identificado. Es lo que va a generar engagement. Porque éste también es su conflicto.

Y recuerda,   existe un conflicto distinto en las diferentes etapas del ciclo de vida como consumidor (conocido como buyer’s journey) de tus potenciales clientes. Es decir, según se aproximen al momento de compra, sus conflictos (sus necesidades) varían. Esto es algo que debes tener en cuenta a la hora de ofrecer soluciones y de educarlos. 

3. Proponer una resolución.

Y no siempre tiene que ser una con final feliz. Eso sí, cualquier buena historia tiene una resolución, un cierre. Porque si necesitas entender bien cuál es el conflicto, tienes que poder ofrecer respuestas al mismo. Eso sí, una resolución ya sea con final feliz o no, debe llamar a la acción.

Necesitas que haya una conversión de algún tipo. Es decir, necesitas motivar a tus lectores para que realicen una siguiente acción. Por ejemplo, suscribirse a tu newsletter, conseguir algún tipo de descargable con más información relevante, etc.

 

Perfecto. Si ya has llegado al final, no tienes ninguna razón para pensar que tu historia no es la adecuada. Eso sí, recuerda que necesitas una estrategia detrás. El storytelling es fundamental pero todo parte de una estrategia de contenido adecuada a tus objetivo, enfocada en tus potenciales clientes. 

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